Todo comenzó cuando una mujer arrojó accidentalmente una semilla de trigo al suelo.
Hace unos 10.000 años, el destino de la humanidad cambió drásticamente con el cultivo de trigo en el sureste de Turquía. Los estilos de vida de los cazadores-recolectores fueron reemplazados por asentamientos permanentes.
No podemos alimentar al mundo mediante la agricultura convencional ni mantener nuestro planeta sin contaminación.
La Revolución Industrial introdujo la modernización en los métodos agrícolas primitivos; por tanto, comenzó la segunda fase de la agricultura. Sin embargo, con el enorme aumento en el crecimiento de la población después de la Segunda Guerra Mundial, las tierras cultivables se cultivaron sin control para satisfacer la creciente necesidad de alimentos, junto con el aumento en el uso de fertilizantes químicos y pesticidas. Lo que entonces no representaba una amenaza, ahora está causando grandes problemas.
La tercera fase de la agricultura comenzó después de que se desarrollara el cultivo en invernadero en la segunda mitad del siglo XX. Y así, se empezaron a producir cultivos más variados en temporadas más largas y en espacios más reducidos.
Para 2050, se espera que la población mundial alcance los 12 mil millones de personas, y se prevé que las tierras agrícolas disminuyan. Por un lado, la agricultura convencional está tratando de satisfacer la demanda mundial de alimentos, pero por otro lado, todos esos pesticidas, fertilizantes y nutrientes dañan la salud humana y el medio ambiente. El suelo, el agua y el aire están contaminados junto con los alimentos que consumimos, lo que representa una gran amenaza para la creciente población mundial.